El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH, o ADHD — Attention Deficit Hyperactivity Disorder) es uno de los trastornos del neurodesarrollo más comunes en la infancia. Según datos de la OMS y estudios estadounidenses, el TDAH afecta al 5–7% de los niños en edad escolar, y se diagnostica 2–3 veces más en niños que en niñas (aunque las niñas suelen tener el tipo inatento, que se detecta menos).
Importante: El TDAH no es "mala crianza", "pereza" ni "niño malcriado". Es una condición biológicamente determinada relacionada con el funcionamiento de los sistemas dopaminérgico y noradrenérgico del cerebro.
Tipos principales de TDAH (según DSM-5 y CIE-11)
- Tipo predominantemente inatento (antes se llamaba TDA — Trastorno por Déficit de Atención)
- Tipo predominantemente hiperactivo-impulsivo
- Tipo combinado (el más frecuente — alrededor del 70% de los casos)
En muchos niños, la hiperactividad disminuye con la edad, pero los problemas de atención y funciones ejecutivas permanecen.
Signos según los tres grupos principales de síntomas
1. Déficit de atención (inatencia)
Debe haber al menos 6 de 9 síntomas (en adolescentes mayores de 17 años — 5 de 9), que persistan al menos 6 meses:
- Con frecuencia no puede mantener la atención en los detalles; comete errores por descuido en tareas escolares o en el trabajo
- Con frecuencia parece que el niño no escucha cuando se le habla directamente
- Con frecuencia no termina lo que empieza (deberes, tareas, juegos)
- Con frecuencia tiene dificultades para organizar tareas y actividades (planifica mal el tiempo, pierde cosas)
- Evita o es muy reacio a realizar tareas que requieren esfuerzo mental sostenido (deberes, lectura)
- Con frecuencia pierde cosas (material escolar, guantes, teléfono, llaves)
- Se distrae fácilmente con estímulos externos
- Con frecuencia es olvidadizo en actividades cotidianas (olvidó sacar la basura, dar de comer al hámster, etc.)
- Problemas para seguir instrucciones secuenciales (el profesor dio una instrucción de 3 pasos — solo completó el primero)
2. Hiperactividad
(en niños menores de 16 años — al menos 6 de 9 síntomas):
- Con frecuencia corre o trepa donde no es apropiado (en adolescentes — sensación subjetiva de inquietud interna)
- Con frecuencia abandona su asiento en clase o en otras situaciones donde se espera que esté sentado
- Con frecuencia mueve manos y pies, se mueve en el asiento
- Con frecuencia no puede jugar en silencio o dedicarse a actividades de ocio
- Con frecuencia está "en marcha", como si "lo impulsara un motor"
- Con frecuencia habla en exceso
3. Impulsividad
- Con frecuencia responde antes de que terminen las preguntas
- Tiene dificultad para esperar su turno
- Con frecuencia interrumpe o se entromete en conversaciones/juegos de otros
Características según la edad
Preescolares (3–6 años)
- Inquietud motora constante
- No puede estar sentado a la mesa 5 minutos
- Cambia constantemente de un juguete a otro, sin terminar nada
- Impulsividad excesiva: puede salir corriendo a la calle sin pensar
- Con frecuencia se lesiona por descuido
Niños de primaria (7–12 años)
- Problemas para permanecer sentado en clase
- No puede organizar su espacio de trabajo y la mochila
- Olvida entregar los deberes, aunque los haya hecho
- Muchos errores "por descuido" en los cuadernos
- Se distrae en clase, "está en las nubes"
Adolescentes (13–17 años)
La hiperactividad a menudo se vuelve interna:
- Sensación subjetiva de inquietud interna
- Dificultades para planificar el tiempo (retrasos crónicos)
- Procrastinación y prisas de último momento antes de los plazos
- Compras impulsivas, conductas de riesgo
- Problemas con la autorregulación emocional (estallidos de ira)
"Señales de alerta" — cuándo definitivamente necesitas un especialista
- El niño está significativamente por detrás de sus compañeros en autorregulación en al menos dos entornos (casa, escuela, actividades, fuera)
- Los problemas comenzaron antes de los 12 años y duran al menos 6 meses
- Hay dificultades serias en el aprendizaje o la adaptación social
- Los padres y profesores literalmente "se vuelven locos" con el comportamiento del niño
- El niño mismo sufre ("soy tonto", "todos me odian")
Problemas asociados (comorbilidad)
El 60–80% de los niños con TDAH tienen al menos un trastorno asociado:
- Trastorno negativista desafiante (50–60%)
- Trastornos de ansiedad (30–40%)
- Dificultades de aprendizaje (dislexia, discalculia) — hasta el 50%
- Tics y síndrome de Tourette
- Trastornos del sueño (dificultades para conciliar el sueño, sueño inquieto)
- Enuresis/encopresis
¿Cómo distinguir el TDAH de "solo un niño activo"?
| Signo | Niño activo típico | Niño con TDAH |
|---|---|---|
| Puede estar sentado si está muy interesado | Sí | No, incluso si está muy interesado |
| Olvida cosas | A veces | Constantemente, de forma crónica |
| Puede jugar a un juego durante 30–40 minutos | Sí | Máximo 5–10 minutos |
| Es capaz de esperar su turno | Sí | Muy difícil, casi imposible |
| Problemas en un solo entorno (solo en casa o solo en la escuela) | La mayoría de las veces | Problemas en dos o más entornos |
¿Qué deben hacer los padres si sospechan TDAH?
- Acudir a un neurólogo pediátrico o psiquiatra (preferiblemente especializado en TDAH)
- Realizar una evaluación completa:
- Historia clínica + cuestionarios (Vanderbilt, Conners, SNAP-IV)
- Evaluación neuropsicológica (si es necesario)
- Descartar causas somáticas (análisis de hierro, plomo, tiroides, EEG, etc.)
- No diagnosticar basándose en videos de TikTok y no comenzar el tratamiento con "Metilfenidato de internet"
El tratamiento del TDAH siempre es integral:
- terapia conductual (para padres e hijo)
- modificación del entorno escolar
- si es necesario — tratamiento farmacológico (metilfenidato, atomoxetina, guanfacina, etc.)
El pronóstico con la ayuda adecuada es muy bueno. Muchos niños con TDAH crecen para ser adultos exitosos, brillantes y creativos (entre las personas famosas con TDAH están Michael Phelps, Justin Timberlake, Emma Watson, Richard Branson, Simone Biles y otros).
Lo principal es detectarlo a tiempo y ayudar al niño a entender y aceptar sus diferencias. El TDAH no es una sentencia, es una forma diferente de funcionar del cerebro que, con el apoyo adecuado, puede convertirse en una ventaja.